Los océanos cubren el 71% de la superficie terrestre y contienen el 97% del agua del planeta. Desempeñan un papel esencial en la regulación del clima global y en la producción de gran parte del oxígeno que respiramos. No obstante, la actividad humana —como la pesca industrial, la contaminación por plásticos o la destrucción de hábitats marinos— ha deteriorado gravemente la salud de los ecosistemas oceánicos a nivel mundial. Para impulsar la conciencia sobre la necesidad de protegerlos, las Naciones Unidas declararon el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos.
En este contexto, el Índice de Salud del Océano, publicado por primera vez en 2012, evalúa hasta qué punto los océanos proporcionan de manera sostenible los beneficios y servicios que las personas necesitan. El índice se basa en diez objetivos clave, entre ellos la biodiversidad, la limpieza del agua, el almacenamiento de carbono, el suministro de alimentos y las actividades turísticas y recreativas.
Según los datos más recientes de 2024, Seychelles lideró el ranking mundial en el objetivo de aguas limpias, con una puntuación de 92 sobre 100, superando los 70 puntos de referencia que indican que el océano está en un estado estable. Le siguieron Groenlandia y Canadá, con 88 y 87 puntos respectivamente. En contraste, siete de los 15 países con las puntuaciones más bajas en calidad de aguas costeras y marinas se encontraban en África, siendo Benín y Togo los peor valorados en este indicador.